Caminando hacia esa oficina te encontré. No fue incomodidad ni desagrado, porque ya eres familiar. Sólo que no esperaba verte ahí, en ese momento.
Nunca me han gustado las sorpresas porque te pillan desprevenido y tu cara se desencaja porque tu mente no alcanza ni a procesar ni a reaccionar. Pero ya estabas tan cerca que hubiera sido descortés de mi parte el no saludar. Además ¿A quién engaño? La curiosidad es mi debilidad... Al igual que tus historias, tus vivencias, tus comentarios y tus bromas.
Nunca me han gustado las sorpresas porque te pillan desprevenido y tu cara se desencaja porque tu mente no alcanza ni a procesar ni a reaccionar. Pero ya estabas tan cerca que hubiera sido descortés de mi parte el no saludar. Además ¿A quién engaño? La curiosidad es mi debilidad... Al igual que tus historias, tus vivencias, tus comentarios y tus bromas.
La hora no importó, menos las responsabilidades ni las personas que nos vieron. Cuando caminamos sólo escucho música melancólica que evoca recuerdos que tengo en el fondo de mi corazón... Que traen a mi mente imágenes de mi niñez en el campo. La música tiene esa poder sobre mí. La música y tú...
"Darse cuenta"... Siempre me quedó grabado, desde que el profesor lo mencionó en esa clase de filosofía en el colegio... Me maravillé con esa expresión. Y ahora me "doy cuenta" de muchas cosas. Algo así como una vista panorámica de todo lo que sucedió. Pero se ve borroso. Quizás por lo lejano. Quizás por lo tarde. Quizás son las lágrimas