sábado, enero 15, 2011

Fútbol con mi viejo

Estaba terminando de hacer el aseo cuando sonó el citófono. Era mi papá que venía llegando de Melipilla. Se quedará hasta el lunes en la mañana, cuando salga con la Juany hacia el metro.
Conversamos un buen rato sobre nuestros trabajos (ejem) y cómo nos ha ido. Me gusta conversar con él porque tiene mil historias. De hecho, siempre que recién conocemos a alguien, mi papá termina contando una anécdota en la que alguien del lugar tiene algo que ver. Pura conexión y mas conversación. Tardes de eternas discusiones también. Porque es super porfiado. Cuesta convencerlo.
Por ejemplo, nos contaba que como presidente de la Asociación de Fútbol Super Senior 50 Melipilla ha tenido una semana muy agitada. Es que ha tenido que buscar financiamiento para hacer que todo funcione. No piden tanto. Plata para pagar los arbitrajes, pintacal y pelotas de fútbol. Lo último lo conseguían con el alcalde anterior, Fernando Pérez. Claro que siempre le dije a mi papá que ese caballero pretendía ganar votos con pelotas de fútbol. Él me decía que por último eso hacía. Porque el alcalde de ahora no les da ni bola. Nada de nada. Pero como mi papá es busquilla, consiguió un espacio con un amigo locutor de un programa en la radio local, programa que escuchan todos los viejujos. Costumbre arraigada entre ellos para mantenerse informados del acontecer comunal. A veces es triste. No falta la noticia de que fulanito falleció. Un fulanito con un apodo poco agraciado y muy chistoso por el que el occiso es conocido en el pueblo entero.
Bueno, prosiguiendo con la historia de mi viejo... Habló en ese programa sobre la obra y gracia de la asociación, para dar a conocer a la comunidad las actividades que realizaban y cómo eso ayudaba a las más de 800 personas que actualmente forman parte de los 22 equipos. Según él, son una de las asociaciones más grandes de la región. Se valora porque mal que mal son personas que siguen haciendo deporte a esa edad, todo un ejemplo para el sedentarismo juvenil. Como me contaba esas historias desde que era chica, siempre me inspiró la manera en que buscaba los recursos. Él me apoyó mucho cuando estuve metida en el Centro de Alumnos de mi colegio. Me ayudó a conseguir implementos, a acarrear las cosas para el aniversario del colegio, a conseguir cosas para que todo funcionara. Fue un partner. En esos momentos nos conectamos porque teníamos cosas en común. Eso es lo rico. No sólo que sean tus papás, los viejos que te dan la lata, permiso y plata. A pesar de muchos malos momentos, no puedo tenerle mala o algo así. Un amigo quedó sorprendido de mi reacción hacia él al saber todos los antecedentes. Pero prefiero acordarme sólo de lo bueno y así, tirar buena onda. Con una amiga descubrmos que es la única manera que todo nos salga bien. Buena vibra, buenas cosas pasan.
Además, es gratificante saber que tus papás pueden ser tus compañeros, como un amigo con el que conversas por las tardes mientras ves un partido